Una mirada mas de cerca

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26.11.20

Leaf

Siempre los extremos

En el bailar de las copas (ambas)
O arrastrando por los suelos
Poco nos dura el viaje mientras caemos
No muy lejos, tampoco tan cerca

Cuando cae la hoja
¿Quién toma la decisión:

El árbol, el viento o la hoja misma?





14.10.18

¿Es este el otoño que nos prometieron?


























Debería simplemente decretar que debo dejar de ser débil. Que no hay algo más importante que el constante hecho de sobreexplotarse. Hace algunos años tenía bien en claro el asunto, y justo cuando estaba por comprenderlo del todo, se esfumó frente  a mis ojos.

Y justo ahora todos mis amigos dicen que lo entienden, y lo tienen frente a sus ojos y hablan como si estuviera justo en la misma habitación. Sigo sin poder ver una mierda, pero tratan de indicarme poco a poco a donde se ha desplazado, algunos incluso mueven mi cabeza. de pronto siento que esta no es la vida que me pertenece, he usurpado la vida de alguien más; que simplemente trato de hacer el menor cambio mientras el encargado regresa. tratar de cambiar lo menos posible, para que al regresar no tenga duda alguna de donde le he estado esperando.

En momentos suele dejarme algunas notas breves en la habitación, es como si estuviera expectante, pero no termina de regresar del todo; y lo único bueno de todo esto es que esas ganas absurdas de autodestrucción han ido disminuyendo, al grado de olvidarlo.

Al final de todo la única constante debería ser la incomodidad en cualesquiera de las situaciones, el saberse en transición entre un punto y otro. el saber que la incomodidad no es nada malo. pero vivo en este pequeño estanque en donde las aguas son calmas y no hay mucho que pensar; mientras fuera las tormentas azotan las costas y la gente sale a sortear las olas crecientes y dan toda su energía en esa lucha sin sentido.



10.1.18

Viajes astrales en tiendas departamentales.




Me encontré extraviado en un liverpool cercano a casa, buscando una fragancia sin sentido, recorriendo los aparadores y las islas de toda la sección; el olfato no es opción en este momento y sigo sin encontrar la ubicación de mi meta. así que, rendido a semejante maratón de distracciones, resignado me le acerco a la demostradora y preguntó por la fragancia en cuestión. Sin inmutarse voltea con la vista al horizonte e indica con la mano la dirección de dónde vengo, mientras "agrega está ahí"

Regreso en la misma dirección y trato nuevamente en una segunda ronda de encontrar el perfume. sigo examinando más de cerca los estantes y sigo sin encontrarlo, me siento optimista, cercano a mi destino, pero aún, nomás no aparece.

Le pregunto nuevamente a la señorita, y señala con la calma anterior nuevamente y agrega incluso en cual repisa se encuentra, me da referencias de los artículos aledaños; tanta descripción me abruma. hago un nuevo intento. decidido a salir victorioso, sigo buscando en los entrepaños que me dijo, incluso entre los artículos que mencionó.

No lo encuentro.

Otra empleada que pasaba por el lugar ve mi frustración, me pregunta amablemente que si puede ayudarme en algo. le cuento lo sucedido, y enseguida me responde, que no es culpa mía el no encontrar lo que buscaba, no es falta de destreza ni error de la empleada; lo sucedió es que la capacidad de esa empleada es tal, que suele tener experiencias extra corporales. así que probablemente me indicaba los estantes en alguna otra sucursal del país o con algo de mala suerte un lugar en el tiempo espacio que se encuentra fuera de mi línea.

Me resigno.

La alternativa que recibo es hacer un nuevo pedido.


Salgo confundido pero contento.


17.10.17

Love like a sunset




Es lo más absurdo dos personas caminando, es lo más absurdo verlas tomadas de la mano. Yo en su lugar buscaría algo más representativo de la afección que sucede. Estaría como queriendo contener de un bocado al ente mismos. Pero ese es el dilema el querer contener y saberse distante como quien riega una planta y le da sus días a la tierra para que absorba lo que necesite o disponga de la humedad de la manera que mejor le plazca. Así mis bocados breves en tus labios, tratando de contenerse, pero conformándose con-tenerte brevemente. Detesto el fugaz viaje de trasladarnos por medios ajenos al simple hecho de caminar y tener que concentrarse en dirigir el trayecto mientras tú te conformas con ver lo demás o revisar alguna notificación.


10.10.17

Un.día.cualquiera



Tripas de paloma, el ruido del tráfico, el olor a comida rápida; un atardecer como cualquier otro día.

Me gustaría decir que se trata de una poesía, pero es un día cualquiera en la ciudad. una tarde que muere a los pies de la congestión vehicular mientras el aire arrecia el otoño, la lluvia sigue el camino a lo largo de las calles. caminar, notificaciones y distracciones constantes; apenas y puedo recordar el hilo narrativo de mi pensamiento. no recuerdo la última vez de un ataque de nostalgia, suceden demasiadas cosas, pareciera que la finalidad de la tecnología es distraer en lugar de facilitar. la brecha que se supone debió desaparecer se acrecienta como la siguiente oleada de carros a la espera de la luz verde.

La rutina se debe hacer de manera breve para garantizar su asimilación, no hay aprendizaje en una ejecución rápida de las tareas repetitivas. Queda la esperanza de que en algún punto entre la llegada y el deceso pueda tener un punto cumbre y vivir de manera óptima, saber que me hago experto cada día que pasa. me agobia la muerte.


Me gustaría tener una idea unificadora de todo lo que he venido tecleando desde el comienzo, pero solo es un fragmento entre la deriva de llegar a casa, una ventana durante la hora pico, un chascarrillo de elevador o la conversación respecto al clima mientras se busca algún vínculo más profundo. 

14.3.17

Looms



A la muerte se le gana todos los días y a veces simplemente no. se le enfrenta y el despertar implica una victoria.

Quiero destruirlo todo hasta las cenizas, no dejar bordes ni espacios. Desaparecer. Surfear el trafico como un día de vacaciones, llegar a tiempo y ser un modelo estándar a seguir. Ayudar a los que me utilizan a tener mejores ganancias, escribir rápido y no perder el tiempo; involucrar procesos capitalistas dentro del vacío que crece cada mañana, tener menos tiempos muertos durante la ducha. Salir temprano de casa para poder ceder el asiento en el autobús. Cruzar la calle antes del cambio de luz, esquivar los charcos uno a la vez. Sortear los peatones a contraflujo y los vendedores ambulantes como minas de un trayecto ciego. Un autómata de las aceras y los cruces peatonales, la luz del celular interfiere la periferia de mi visión. El silencio interno crece mientras el ruido ambiente hace una especie de fade-in, la señora de junto se preocupa por el almuerzo. El mar de gente me abraza cada tarde, trata de juntar los pedazos de quien trato de ser. Voy disfrazado tratando de jugar un rol que no me pertenece, viendo por la micro-ventana como juegan fuera todos mis compañeros, hacen gestos con sus manos mientras me animan a integrarme; trato de no prestar atención mientras reviso el correo, no quiero distracciones.

Voy hilando las pocas palabras que llegan entre tareas, la hoja se va llenando a la par que va perdiendo el sentido, pero es bueno poder hacer varias cosas a la vez, perder la capacidad de concentración y dejar todo inconcluso. Me he quemado más veces de las que puedo recordar, cada día descubro una nueva torpeza, mis dedos se atrofian poco a poco, mi vista se mantiene. No es la mejor condición, aunque para ser sincero no es mi mejor mes; soy más bien como la ciudad, deberías verme radiante durante el otoño, en los momentos en los que la neblina se hace presente y la luz toma un papel protagónico, no es que sea del todo fotogénico.

Hace unas noches soñé que me perdía entre los pliegos de la persiana. Afuera amanecía, la calle tenía algo de humedad de la noche anterior. Los recolectores de basura estaban esperando terminar la calle, luego de unas casas más retrocedieron. La monotonía de mi sueño es una señal de que a estas alturas la sorpresa ha escapado del todo. Quiero soñar acerca de ella, de su piel suave, de los momentos de silencio, del vibrar incesante, de la torpeza repentina. Aún tenemos movimientos mecánicos que culminan fuera de nuestras dimensiones.


Con este texto no pretendo nada extraordinario, pues a la muerte se la gana todos los días y a veces simplemente no.

Suena la alarma.

Es hora de despertarse.

27.10.16

¿Está la vida volviendo a ser lo que era?



De pronto las aves revoloteando en los cielos, como diciendo el otoño, el momento de fuga. Las parejas en los estacionamientos. Cielos con colores pastel. El tráfico usual del horario en uso.

Hoy falleció mi abuela materna. Supongo que todos vamos a morir en algún punto. A estas alturas el círculo de la muerte (mortal) se va cerrando y comienzan a morir personas más cercanas. El último paso es la muerte de uno, pero son peldaños separados y cada uno lleva su tiempo.

Al principio de todo y cuando el concepto de muerte era una tira cómica; solía pensar que las aves emigrando eran un mapa, una guía, una suerte de constelación móvil que seguía sin cuestionar. Se dictaban los pasos, las vueltas y el momento justo de detenerse.

Entre tantos trayectos, nunca llegue a encontrar nada.

Después de eso, nunca me perdí.





Hasta hoy.

11.11.15

Rima, azar y sentido

Dentro de la sincronía extraña y de momentos en los cuales deambulamos, encontramos un vaivén de rimas que nos golpean, como la pizza y la cerveza, los escalones y las luces tenues, las tardes y los ruidos ambientales;  aunque hay rimas no fonéticas como cuando nos recostamos y no nos vemos, o como cuando estamos hablando a momentos entre el cúmulo de tareas diarias.

Hay un sentido de simultaneidad en lo que va ocurriendo, que confiere una especie de niebla que aparta lo cotidiano. De pronto solo hay cosas nuevas, no rutinas mortales, ni repeticiones incrustadas, la ciudad se dignifica ante los pasos perdidos entre el asfalto y los edificios parecen un lugar ajeno, fuera del contexto.


Siempre el sonido tenue de la manos encontrándose, las miradas difuminando los bordes de lo conocido hasta llegar a los puntos de fuga; confiando en la falla de los sentidos, pues la incertidumbre involucra cierta belleza más allá de lo previsto.


13.10.15

Pendejos.



¿Qué tal si el ser pendejo es más una cuestión de genes que una sucesión de malas elecciones?

No quisiera darles un apoyo a quienes han cometido grandes errores en la historia o tomado las peores decisiones, pero piénsenlo, podría ser una realidad.

Cuando la conquista de los españoles y sus navíos llenos de saqueadores y maleantes, nosotros ya existimos, ya estábamos organizados y teníamos nuestros problemas, como en toda sociedad había diferentes roles u clases de personas. A la llegada de estos tipos no gratos, los primeros en afrontarlos o conflictuar con ellos, fueron los líderes ya establecidos, quienes con su inteligencia o visión probablemente se negaron y fueron asesinados, entonces los aledaños a la escena listos o pendejos decidieron no entrar en conflicto y hacerse pendejos.

Entonces los héroes o líderes y derivados fueron mermando su existencia, quedando pocos y menores. Al final la transformación estaba completa, la nueva tierra está dominada y poblada de dejados y pendejos.  Su generaciones venideras se reprodujeron sucesivamente y esto sólo favoreció una raza con genes más que definidos, genes reforzados de pendejos por todo el continente. Logramos organizarnos, porque somos pendejos, pero no apáticos   y elegimos nuestra democracia que creímos pendejamente  funcional, nuestros esquemas de trabajo, funciones y demás. Gobiernos y métodos de aprendizaje para garantizarnos la escuela y la identidad.


Por lo tanto la próxima vez que veas a tu gobierno hablando y diciendo cosas sin sentido, no pienses en él como un fenómeno, piénsalo como la culminación de la excelencia genética,  años y generaciones de genes mejorados, desde la invasión hasta nuestros tiempos. Años de esfuerzo han dado frutos. 

Sonríe que tenemos la nación que propiciamos.

5.10.15

So carefree together that it does seem a shame



De pronto tengo la estúpida noción de no escribir nada de lo que acontece, como si la vida no significara nada o como si todo se tratara de un receso. Pronto el viento de otoño golpea la ventana, el eco de las hojas en las copas de los árboles. Toda la noche se vuelve una cúpula para preservar tu esencia en una ciudad cambiante; los aromas se desgarran en una fuga premeditada.

Han sido semanas difíciles, de pronto hay tantas cosas sucediendo y a la vez nada me sucede. Quisiera creer que el rush de todo sucede solo en algún lugar que ambos conocemos. Un lugar apartado a las afueras de la ciudad en donde las luces mercuriales no se comen las pocas estrellas que la contaminación deja ver. Incluso podría ser un lugar en el centro de la ciudad, entre las banquetas dañadas y los negocios abandonados, un lugar al que llegamos por casualidad, mientras los demás preparan su recorrido habitual.

Hay momentos breves –pero los hay- en donde todo parece tener el lugar y el tiempo adecuado, como cuando las miradas se encuentran y el tráfico en la hora cumbre se precipita ante nosotros, la tarde se desvanece, la ciudad se desvanece; incluso nosotros nos desvanecemos el uno en el otro. no estamos consecuentes de ello. De pronto el cielo da un vuelco y perdidos entre el ruido de nuestros pasos, escondidos ante el cobijo que solo el querer sabe dar, continuamos con lo que sea que suceda.

Entonces, cuando preguntas
  ¿Cuáles son tus planes para esta tarde?
Mi respuesta ideal e invariable

Tú.

16.10.14

Monterrey IV


La gente siempre a prisa, esperando el cambio del semáforo, revisando su celular. El fin de semana suele tardar tanto en llegar. Hay tantos rostros conocidos para ignorar, después de todo nadie finge ser una peor versión de sí mismo. Los ciegos del centro pueden sentir tu estado de ánimo, no hay que fingir más.

El último recuerdo que tengo del DF es irónicamente a Monterrey. Lo tengo presente con tu nevus entre desconocidos y recuerdos arraigados, con las caras largas del lunes y la poesía de tus manos. Tu nombre se ha quedado impregnado a los labios de tantos desconocidos y este es mi último esfuerzo por quitarlo del todo. Soy yo teniendo una discusión y tomando decisiones. No quiero más recorridos que terminan siendo regreso, ni regresos que sean ficciones.

Los días chocan poco a poco, la semana es un mar; somos bañistas remojando nuestros pies a la orilla, en la comodidad. Algunos piensan zarpar, pero ¿Cómo se puede tener esa claridad sin poder ver el horizonte del todo?

Los cigarrillos se terminan rápido y después de las 10 la ciudad entera se vuelve una laguna. Con toques salados y destellos dulces. Nadie quiere profundizar, cientos prefieren mantener la estela liquida de la situación. A momentos quisiera poder definirme con otra moral, pero tengo la necesidad idiota de sentirme bien.

Aún con el olor a basura y alcohol, la ciudad sigue teniendo un aura que me da una calma estúpida, un paisaje que se mantiene invariable en forma, los colores rotan a unos más ocres entre los claros y la oscuridad.

La siguiente embestida podría ser mortal, los autos ansiosos de poder descansar; y cuando las calles solas, ansiosos igual por demostrar quienes son. aquí no se es nadie si no se tiene una agresión vehicular.

Las mismas historias aburridas de bares y chicas, la irremediable previsión, tu ventana es el área perfecta para tomar un respiro, con el sol marcando una ligera línea de esperanza.


Quizá no esté equivocado del todo. 

5.5.14

Regina

Lo más triste de todo, lo peor del caso, es saber que la calle Regina, nunca tendrá esos colores de nuevo, ni el aura gitana que solía cargarse, la música no será la excusa perfecta para abrazarte mientras alentamos el paso, ni la gente de alrededor, serán los testigos innocuos

De pronto y sin mayor reserva, el lente de la Regina - como he resuelto decirle a mi cámara desde hace años- se desvaneció ante el paisaje urbano, cargado de smog e incitación a la muchedumbre, ha sido tan desgastante su papel de escudo, entre la realidad y mi realidad, que ha cedido sin poder más. ahora que el luto se ha vuelto ridículo, me parece idiota seguir manteniéndolo como un silencio visual, aislado del mundo tangente y he resuelto que lo mejor es llevar el duelo como lo que es, un duelo. sortear el desgaste que Regina pasaba, tolerar y confrontarlo. que caótico final, venir a morir a tus aposentos, entre guirnaldas que claman tu nombre entre el serpenteo que el viento provoca, así pues Regina mía, gracias por todo, eres bienvenida siempre que quieras
.

15.3.14

Hombre-Árbol

De pronto me siento identificado con los arboles; la gente alrededor, pasando, viendo, viviendo y yo aquí nomas; esperando nada, porque mi vida es aquí y en ningún lado. hay más como yo, lo sé, estoy seguro; soy como ellos y eso es lo que hace que ninguno se meta en el mundo del otro. es un código secreto que tenemos entre los hombres-árbol.


Los otoños-ciudad son muy bonitos en esta parte del globo, pues la gente se abraza y camina despacio entre nuestras memorias. llevan un ciclo distinto, pues a nuestro otoño, ellos reverdecen entre los lazos que los mantienen despiertos. por nuestra parte, nosotros reverdecemos en los momentos menos esperados. ahora, por ejemplo.

20.10.13

Neurosis Ausente

No soy woody allen, nunca voy a serlo; así que nunca sabré lidiar con las rupturas amorosas, ni con lo que implican, ni los momentos incomodos entre el regreso y la huida. No voy a saber nunca qué hacer con las mujeres, ni con las situaciones que provocan; por ejemplo, no voy  a saber matar arañas a las 2:00 am de un jueves, tampoco voy a saber cómo lidiar con los regresos cafres en tu auto. Nadie sabe cómo llamarle, sobre todo su nombre, pues tiene maneras no agradables de responder a los llamados.

No voy a tener idea de lo que está sucediendo, en cambio; voy  a saber actuar por impulso de manera aleatoria, voy a saber el frio de las bancas y los días semi-lluviosos. El desertar, el rendirse y revindicare; todo en la misma oración de 6 palabras y ninguna vocal que me contente un poquito, más bien todo serán monosílabas de poca duración.

De pronto voy a querer como llamarte, no es mi culpa; pero ¿a quien más podría llamar un domingo por la tarde, mientras la gente me ve con cara de extrañamiento? Me agrada la idea de saber que al menos tu sabrías que hacer.

Estos parques nunca fueron del todo de mi agrado, pero es el último lugar en el que esperaba encontrarte.


¿Quién pudiera no quererte mientras vas dando pasos agigantados?

17.10.13

Hey lady meet my mum and dad

Yo te quiero
Te quiero en presente
No en futuro, ni en suposiciones geográficas
Te quiero definida
No como una niebla que vaga por la ciudad
Y es por eso que me siento mal
Deberíamos mejor apostarlo todo
Jugárnosla a ver qué sucede
¿Qué puede pasar?

Puedo ser todos los hombres de tu vida, los hombres que buscas y los que has dejado pasar, los hombres que tan molestado durante tanto tiempo, los idiotas y los que siempre saben cómo reaccionar ante cualquier situación, los de buen porte y los de peores condiciones, los maleducados, los bien portados con la familia, los que adoran los niños, los que detestan los domingos familiares, los que aman las reuniones familiares, los de la tranquilidad mientras el periódico.

En cambio tú puedes ser las mismas mujeres, tener las mismas manías y pasos sutiles al caminar; tener el cabello atravesado mientras buscamos nuestros labios, ese momento involuntario de quietud antes de exclamar lo que te pasa por la mente, esa sonrisa furtiva que se va de par en par mientras las visitas comentan cosas que pierden al sentido al salir de sus bocas.

Te quiero así como de un brinco
No como marchando, más bien como rompiendo las reglas
Te quiero como una lluvia de verano que siempre viene bien, incluso una lluvia de otoño que viene aún mejor
Te quiero como a la luna, aunque se vuelva ficción
No como la ficción que nosotros volvemos luna para tratar de embelesarnos

Te quiero.

15.10.13

33948

Es el final de la ciudad en un extremo menos esperado, y es que las personas siempre decepcionan, es más bien una capacidad humana; estoy seguro que yo también ando por el mundo decepcionando a más gente, pero trato de hacerlo lo menos posible porque la decepción siempre duele de manera bilateral, duele de aya pa´ca y de aquí pa´ya.

Luego las decepciones son un mar que me va ahogando, y cada vez es más difícil salir a flote, quisiera simplemente ser de ese tipo de personas que envían al carajo todo, aun y a las personas que les importan, pero no tengo el estómago para eso; por eso estoy acá como en espera de más decepciones.

El aire tiene un aroma diferente, ni siquiera puedo explicarlo, mucho menos retratarlo pues he perdido parte de mi vida justo en este momento, el momento antes del piso 42; también la pinche hora se lleva parte de mí; querida vuelvo a reiterarlo, si ni siquiera puedes con la promesa de ser viernes, mucho menos podrías con este tipo de compromisos, debí habérmelo sabido mejor desde el comienzo.

Entonces, a todo esto; lo único que queda es el silencio, porque ya nos chingamos todo lo demás, desde algunos comentarios triviales, las pláticas de trabajo y las conversaciones infinitas sobre nada en concreto. El silencio en cambio viene cargado de todo en absoluto y eso es lo que, el silencio me hunde, el silencio me arrastra de a poco en poquito a un lugar que siempre he visitado a estas alturas.

Después uno se pregunta que si todo hubiera salido mejor negando los hechos desde el principio, es decir, dejando de lado las cordialidades y las viejas historias. Siempre sucede, y no puedo evitar sentirme la vergüenza de mi sexo pues he perdido, he perdido dos veces, de la misma manera, supongo que soy de cerebro lento, o de sufrir querer, pero no ya no. Ya no quiero nada. Ya no quiero sufrirte, ni esperarte, ni aunque sea el piso cuarenta y tantos del centro de la ciudad, ni aunque digas y prometas lo que quieras, no.



NO

13.10.13

Lazy jane

Ayer le vi por última vez, las multitudes se marchaban a la par y yo seguía simplemente por inercia, pues no quería perderle. Todo  me resultaba extremadamente triste, desde la gente cantando y gritando, hasta la luna que en especial estaba muy bonita, pero triste.

Después de todo, no es tu partida lo que me pone mal, es la manera en que has decidido marcharte, así como si nada importara, como si todo simplemente pudiera olvidarse. De alguna manera sabía que esto era así, pero no hay vuelta atrás.

El verte, el saberte desaparecer entre las puertas de un taxi, el gesto de no remordimiento, todo eso es lo que me preocupa durante los insomnios, porque creo que simplemente somos una extraña aberración surgida de todos los clichés que se van desplazando por la ciudad.


De cualquier manera, cualquier cosa que intentes, ya pasó.

7.10.13

Caught

Si despierto un día y de pronto no sé quién soy, tómame fuertemente por la mano; invítame un trago para celebrar nuestro primer aniversario y cuéntame algunas viejas historias. llámame una tarde de domingo y así tu aroma tardará más en disiparse en esta gran ciudad que va quedando chica cuando se trata de ti. Escríbeme algunas líneas de tu libro favorito, déjalas al azar entre mis bolsillos; así tal vez llegue a estar perdido, pero jamás sin ti.

Mi cerebro no tarda en colapsar, no es que se trate de una catástrofe clínica, más bien es el año 2015 que está acabando conmigo. Mis nervios no tardan en reír por esta tarde, por las noches la niebla se disipa un poco tan solo para volver con algo más de fuerza. Las mañanas frescas llenas de colores claros y ruidos meticulosamente aleatorios.

Habrá días que no quiera recordar quien soy, pero no te preocupes pues aun así recordaré el cariño que siento por ti, los gestos que me muestras solo a mí, las películas de larga duración, los libros en tu sala, los mensajes en tu cajón; todo perfectamente ordenado como si de una exposición se tratara. Una exposición que me gustaría visitar eternamente, pues a cada momento uno puede ver detalles que le resultan completamente nuevos, algo que tiene material nuevo cada mes.


¿A qué hora has dicho que comenzaba la función?

4.10.13

Freak

La tarde se me escurre de entre los dedos como una tarde más de otoño, sé que estas rondando por ahí, tú lo sabes también, pero parece no importarte. Estoy a casi nada de ver arder al mundo que nos rodea. Eso sería la explicación más lógica para un viernes, pues estoy cansado de todo esto. Cansado del desánimo constante de quererte, no es que no te quiera, más bien, es una labor muy pesada el querer por dos personas, te quiero por ti y te quiero por mí. Esta doble situación va mermándome todo, va quitándome poco a poco la atención que dejas a cuentagotas sobre la mesa.

No puedo pedir que me quieras, pero bien si puedo pedir que dejes de aparecerte por estos lares. A donde vamos en todo este alboroto, en todo este juego de niños, ya no tenemos 12 años, ya no somos los mismos, nunca lo seremos. Los vestigios parecen una forma de melancolía que va calando y se hunde hasta los huesos, que sale conforme se van friccionando los espacios.


La única claridad que tengo presente, es la del adiós y eso es lo único definitivo en mi vida.

10.12.12

hipersomnia


Estoy listo para la crisis, aunque realmente en esos asuntos nunca se está listo.  Quiero verme envuelto en cada uno de los aspectos incómodos que están por suceder. Tener una confusión de identidad y desilusión por el trabajo. Saber que de alguna manera, a todo el mundo le va un poquito mejor. “Nadie (especialmente hombres veinteañeros) quiere admitir sentirse como un perdedor” - bueno en esto no encajo del todo. Siempre me viene la pregunta al ruedo, ¿Seré demasiado joven para mi nivel de estupidez? Creo que es uno de los temores que me dan sueño, no quiero decir que me quitan la ansiedad que me pueda acontecer, pero en un estado de “No Futuro” solo se puede dormir.



 "Soy demasiado joven e insignificante como para comprarme un convertible y huir con mi secretaria"