Una mirada mas de cerca

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2.5.16

Chances

Entonces, para mi era muy relevante que al cumplir los 27, van Gogh me acompañara a todos lados, que estuviera en el momento en el cual los perros dejan de ladrar y las lámparas serpentean entre el viento y los árboles; que de alguna manera se pudiera poner al tanto de lo que ocurre y luego ya en casa, al cobijo de la tranquilidad hogareña me diera su veredicto.

El compañero de ruta, como quien se pasa los problemas en el dilema del circunloquio absoluto, y ahí en el centro de todo el silencio, entre los nudos de garganta y el dolor de cabeza; llega de un golpe con la solución adecuada y el momento se torna una victoria.


Aún y cuando no suceda del todo así, siempre quedaran las noches melancólicas, las mañanas llenas de color, y los girasoles salvajes. A pesar de las peleas absolutas y disputas de opiniones encontrados, uno siempre termina en el mismo barco.


1.9.15

Otro día



La ciudad parece otro tiempo, pero ¿quién realmente se lo cuestiona? todos tenemos que seguir la marcha, hacer nuestra parte para que todo siga con lo establecido. Al carajo con todo. Las semanas en acumulación se han vuelto un desastre, pensé que podría lidiar con el sol sobre mi ventana lo suficiente como para que pareciera siempre el mismo día. Me equivoque y ahora tengo el tiempo corriendo por los huecos del librero. Un descuido podría darle al tiempo el espacio adecuado para abordar la ciudad de manera catastrófica. A grosso modo, soy un desastre; los tomates del huerto se han secado a momentos, y los chiles apenas tiene pa´crecer.

Sabes, esta semana ha sido algo extraña, después de estar perdido entre regiomontanos hablando de cómo hacer una mejor ciudad y de comer con regiomontanos hablando del mismo tema. He caído en cuenta que lo único que hacen es hablar, pues no he visto a nadie en la acción, supongo que hay personas que no se quedan en el paso de activismo de sobremesa, de ser el trendy en la conversación diaria, y simplemente ir un paso más allá.

¿Dónde se supone que estás en este momento? o más bien ¿Cuándo se supone que estás? pues el uso horario nos está terminando de joder, aunque creo habértelo mencionado un par de horas antes de que sucediera.

No queda más que seguir el trazo que casi hace hueco sobre el asfalto, la rutina mortal que me tiene cautivo de los cerros, las personas y alguno que otro conductor desquiciado.

Quisiera poder tener la no aprensión para tener momentos en los que mi alma se vuelva uno con el río Santa Catarina, de recorrer de sol a sol la ciudad, de perder mis gritos entre el ruido de los autos y evaporarme poco a poco, retribuirle a toda esta situación del carajo un poquito de lo que me ha dado, pero se hace tarde, el té comienza a enfriarse y tengo que irme.


Otro día será

17.2.15

Somos Cuánticos

Esta noche justo he querido dejarte una nota en la servilleta de la cerveza, mientras tu cara trata de disimular la sorpresa e  incomodidad que acompaña nuestra charla. Un tipo se ha ofrecido a cuidar nuestras pertenencias y la mesera pasa de largo en cada momento que levanto la mano para ordenar algo más.
Hoy puede ser la noche de un día cualquiera en algún bar predilecto entre los que tantos solemos errar. Hay música de fondo y no sabemos bien que estamos escuchando, probablemente algo que no conocemos y que rechazamos inconscientemente

Somos cuánticos

Nos queremos al mismo tiempo, no importa si el día o la noche; si la lluvia o el sol nos azotan de imprevisto mientras nuestras magnitudes se esfuman. Nuestra pasión nos destruye, nos va desmembrando, nos lleva al nivel básico de nuestro encuentro, nos arrastra a un lugar donde siquiera la luz escapa con vida. Vamos como brincando y teniendo el extrañamiento que acompaña cada cambio, con la única certeza de sabernos perdidos el uno en el otro, y las magnitudes no comprenden nuestros alcances.

12.1.15

Rutina


Me agradan los momentos en los que sonríes secretamente y nadie más lo puede notar. Los espacios breves de confusión, los traslados inusuales y como las luces frías iluminan tu rostro.  Ese momento final donde no hay vuelta atrás y de pronto me siento un poco perdido, pero es bueno perderse a momentos para poder regresar o incluso llegar a nuevos lugares.


Me gusta cuando estamos tan cerca que incluso puedo notar tu gesto sonrisa, los movimientos de tu cara mientras vas despertando de lo que ha venido siendo una rutina absurda llamada semana, aunque sé que no es una rutina como tal, es más bien un conglomerado de peticiones que van calando como rutina, pero no es una rutina. Las rutinas matan y duelen y secuestran ideales de 10 a 7, mientras que lo que nosotros tenemos no nos exige tales condiciones, nos mantiene en movimiento como observando con detalle lo que sucede y nos da el espacio para salir de golpe en el momento oportuno.

5.11.14

Positively 4th Street

Lo que sucede es que el clima le da una nueva perspectiva a todo. Por ejemplo, he visto esta calle durante mucho tiempo, la conozco y sé sus lugares, sus espacios y sus rutinas. la ha visto en verano, con la prisa de los transeúntes. La he visto bañada por el claro  del amanecer. Los dorados mientras la noche se acerca y las cortinas se abren.

La he visto embebida por la primavera y el alegre jugar de los niños. Con las aves entre los cables, como marchando a la par. En la melancolía de la lluvia, mientras el anonimato se apodera de los paseantes, el rechazo al agua y los caminos volviéndose cauces.

En las noches, con el romance que el silencio implica, la quietud y la calma de quien se sabe en casa.

Todo esto va, a que justamente hoy, es todo como nuevo; pues el aire frío y la banqueta mojada me hacen sentir ajeno a todo mí alrededor. De pronto es junio y voy llegando, es de mañana y el extrañamiento sigue. Al final de todo  ¿Qué es mudarse, sino redescubrir tu entorno?


Los mismo que sucede con respecto a ti, pues a cada pequeña variación voy encontrando aspectos que me son nuevos; ahí tienes por ejemplo: tus manos en invierno, tu nariz en primavera, las mejillas en otoño, tus labios cuando la lluvia, la risa cuando amanece y la calma en la noche breve


24.8.13

Fragmento I

Realmente hacía un calor del carajo, la gente seguía en sus posiciones, como esperando ser retratada. yo no estaba esperando nada, porque ya estoy cansado de esperar; más bien, yo estaba ahí nomás, con el calor, las cervezas y algunos bocadillos -rancios-  todo tenía una pinta de fiesta de vecindad, pues entre los toldos y luces, la banda seguía con sus mismos 6 éxitos. I conocía al baterista, yo no.

Mi parte favorita de todo, resultó ser la fila del baño, ese desfile me parece menos fingido y más visceral. entre los que llegan corriendo y se van disimulando, los que llegan disimulando y se van corriendo y los que llegan y se van con la tranquilidad del mundo. las mujeres suelen ser más sociables en ese sentido.

Al final, siempre es una carrera para ver quien puede llegar antes de la 1 y elegir su final de la noche. mi final realmente fue más como una continuación de unos sueños que casi no recordaba. así entonces entre vidrios, gatos y tacos, me amaneció.

Moraleja: no cargar gente estando ebrio.

Fragmento III

Puedo ponerte mil nombres,
cambiarte el rostro tantas veces como me sea posible,
el llamarte de tantas maneras,
incluido tu método favorito,
el perderte, recuperarte y olvidarte,
el recordarte también - por que no-
no tengo idea de que va esta noche,
no tengo noche que va de esta idea.


Fragmento V

...conocí al diablo la misma noche en que te conocí a ti. la historia de siempre -supongo- es lo que quiero pensar. realmente, todo fue confuso, confuso de la manera agradable y en el sentido correcto. toda la semana he venido experimentando una especie de fascinación por los destellos, los momentos fugaces, aleatorios y efímeros. ¿qué va de mi vida? ¿y qué si solo soy un destello en busca de la sincronía de tu cuerpo?, déjame perderme y no encontrar jamás el camino de regreso a casa. el no saber qué puede suceder, el deseo de la obsolescencia premeditada de tus pasos firmes, descalzos sobre el adoquín. si pudiera siquiera conciliar el sueño, me gustaría soñarte...